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Historias de sexoficción y otros tantos avatares de la vida psicótica y moderna. Empezá por las instrucciones si querés entender de que se trata ¡Sean todos bienvenidos!

Soy mujer y punto.


No soy feminista, mucho menos machista, creo en la igualdad, aunque no seamos iguales. Pero fue tanto el horror que sentí frente a mi ignorancia al tener que buscar el significado de muerte por empalamiento, que me ví obligada a tratar de que todos entiendan nuestra posición tras una de las prineras marchas de #niunamenos.
Muchas veces me hicieron callar porque las mujeres no sabemos de futbol, me miraron raro o me tildaron de marimacho porque practico boxeo, me trataron como puta por sentirme libre de encamarme con quien quiero, cuando quiero. También cobré menos que un hombre por un mismo puesto. Porque algún novio me preguntó que me vas a preparar para la cena después de haber vuelto reventada del trabajo y después también tuve que lavar los platos, mientras el pibe miraba televisión. También tuve miedo de andar sola por la calle, y sentí pánico al cruzar algún túnel pensando en la película Irreversible.
No puedo ni contar las veces que me dijeron guasadas en la calle o mismo en un trabajo, también me apoyaron en un bondi, o un desconocido me mostró su pija asi porque si; un hombre, no creo pueda entender lo que sentimos.
Porque tampoco les cuestionaron si estaban en sus "días" o si eran malco...
Seguramente siendo hombre, todo esto ni se les ocurrió pensarlo si quiera y se quejan que los estamos excluyendo en este reclamo. No es contra ustedes, solo queremos amoroso respeto, visibilizar la situación y extender el diálogo para que cada 30 horas no se repita un femicidio más.
La última estadística ahora es cada 17.
#VivasNosQueremos #NiUnaMenos #MiercolesNegro #BastaDeFemicidios

Ese maldito momento

Las relaciones pasan por varios estadíos hasta afianzarse o irse al reverendo carajo.
Hay un momento bisagra donde las cosas irrefutablemente van a tener que cambiar. Y nosotros estamos ahí, esperando la embestida.
Un par de meses durmiendo con él y mi ello quiere decirle que me hace perder la cabeza, que no me puedo imaginar a otro metido en mi cama, que acá quiero quedarme; Mientras mi conciencia y mi ideal del yo piden calma y criterio, hace años no tenemos un candidato tan bien calificado, mientras mi alterego sabe que no hay que creerles nada.
Pero hasta mi yo se emociona cuando me levanto desnuda, con el pelo revuelto y él me dice, con su tono tierno y seguro mientras prepara el desayuno:
"Que linda que sos recién levantada" y esas palabras repican profundo, como haciendo caricias en el alma.
Ese es el maldito momento donde querés espiar el futuro esperanzada de descubrir que eso duró para siempre y que es el momento de ir por eso. Pero no te animás ni a espiar.
Y quiero poder creer en tanta ternura
Y quiero que bailemos Dance me to the end of love toda la noche, y que ese largo abrazo de bienvenida dure más o sea mas seguido para sentir tu cuerpo tan complementario al mío.
Y quiero quererte y que me quieras cada día más, sin miedo como el que tengo hoy; miedo que sea efímero
No quiero que vengas con el no sos vos, soy yo, y todo se reduzca a la nada.
Pero quiero que seas vos. Quiero que sea yo la que vos elijas.
Me da miedo que todo se diluya, confirmando mi primera impresión de que sos un salamero.
No quiero tener que olvidarte, que seas uno más que contribuya con mi latiguillo de que siempre me fue como el orto en el amor.
Y me va a ir mal hasta que lo encuentre, como todos.





Mendigo o méndigo amor.



Somo seres horribles cuando lloramos. La cara se transforma y se arruga como una fruta deshidratada
Lloro y mi cara se altera. La nariz se pone colorada y como lloro de un solo ojo, la asimetría se profundiza mucho más.
Llegar a casa y apurada, sacarse la ropa de la noche anterior, ponerme el pijamas y quedar en el sillón en posición fetal; llorar como nena chiquita.
Merecíamos mucho más.
Mi ello le gritó que debería pensar más con la pija, mientras mi super yo se avergonzaba un poco. También se encargó de remarcarle que no quiere ser su amiga, que amigos ya tiene muchos...
Mi yo solo podía resignarse con una pena infinita y angustia que solo podía solaparse con alguna broma al pasar.
Me fui taconeando, con la cabeza en alto aunque contrariada.
Disfruté mucho su compañía, creía que yo también podía gustarle. Pero él no estaba para mí.
Llorar de un solo lado, es una anomalía que arrastro desde que tengo uso de razón, algo particular, que me hace que solo pueda estar triste a medias.
Me saqué la foto, me reí de lo fea que me veo triste, respiré profundo y fui a abrir ese vino que había comprado con la intención de compartirlo con él.
La tristeza duró lo que una copa de vino, me dormí convencida de en algún lugar está quien quiera limpiarme las lágrimas que en mi son inevitables y que definitivamente no me sienta llorar, por lo que mejor elijo la sonrisa. Siempre.
Te ando buscando, decía Alfonsina Storni, amor que nunca llegas, amor que te mezquinas.

Por qué dejar de trabajar para una agencia...

Piensen por un minuto que tienen la posibilidad de empezar de nuevo. Yo lo hago seguido y siempre es rotundo el sentir que no sería publicista otra vez.
Muchas veces me he cuestionado la felicidad que me da mi trabajo y siempre que lo veo a distancia es puro gozo, pero la mayoría de las veces la termino pasando mal. Desveladas eternas, stress, cosas para ayer...
Los publicistas creemos hacer neurocirugía y lo cierto es que solo operamos los egos ajenos. Lo que hacemos, la media de los humanos lo detestan. A nadie le gusta la publicidad, solo a los que la hacemos, sabiendo que el mundo no está deseoso y esperando que le obliguen a comprar productos que no necesitan. Hacen zapping, en radio y tv, las revistas tienen la mitad vendida, incluyendo el contenido y por que no instalar un adblock o navegar de incógnito en la web. Eso hace la gente normal, y si un día los publicistas de verdad nos juntamos y decidimos hacer un paro hartos de horas extras sin paga, a nadie le importaría.

Los publicistas somos chismosos, nos criticamos entre nosotros, nos damos premios y nos gusta creer que es una profesión glamorosa; y no es asi.
No es glamour estar atrasados con los millones de pendientes, exponernos siempre a las mil y un presentaciones para que que un proyecto nunca acabe como originalmente fue planteado. Todos opinan sobre tu trabajo, gente que entiende y gente que no. Clientes autoritarios o maleducados, desordenados, poco o muy capacitados, lo mismo da; somos sus esclavos que todo le debemos decir que si, aunque sabemos que no tienen la razón.

Me pagaron bien, mal, mejor. He paseado por las mejores agencias y trabajé para clientes multinacionales y ONGs; y un día me cansé de ser un engranaje de una industria que a nadie le importa, ni a nosotros mismos. Corporaciones egocentristas disfrazadas del trabajo en equipo. 
Solo la política y las aseguradoras son industrias más antipopulares que este mundillo publicitario, donde tu verdadero trabajo no es pensar en un producto y su target, si no que tu trabajo es de relaciones y ya no tanto de ideas, solo a veces encuentras buenas relaciones y buenas ideas pero rara vez armonioso en las proporciones.

No tengo más ganas de lidiar con grandes egos ni con arpías. Regalar mi pasión y mi tiempo para construir sueños ajenos y no tomemos el tiempo necesario para conocerlos.

Donde no puedas amar no te detengas dijo Frida Kahlo y yo no quiero detenerme más.


Es muy liberador que esto te pase.

Años esperando este momento. Mi ello te había soñado infinidad de veces, traicionando hasta a mi alterego. Mi superyo sostenía que al vernos volverías a ponerme en jaque, dudando si enamorarnos o maltratarnos, o tal vez tendríamos unas ganas locas de estar otra vez debajo de tus sábanas, esas que taparon los miedos y deseos mucho tiempo atrás.
También creí por algún tiempo, que mi ello moriría de ganas de que apurados me desnudes en la mitad de una noche sin sueño, con las rodillas temblando al solo detectar tu presencia.
Y no, por suerte no pasó.
No llegaron las ganas de que me acaricies trémula, mientras gritaría en silencio mi enojo a tu desdén. No llegaron las ganas de tener que tomar la racional decisión de hacerlo o no. No llegó el duelo entre mi alterego y mi yo desafiando a la cordura.
Simplemente no pasó. Afortunadamente no pasó.
El desdén fue solo mío y tu presencia, por primera vez desde que nos conocimos, no significaba absolutamente nada. No hubieron terremotos intempestivos que me dejaran temblando buscando donde hacer pie.
La nada misma pasó al encontrarnos. Sentí como si me exorcizaban, dejando caer un lastre que llevé como autómata todo el tiempo en que no pude tenerte.
Liberador el momento en que descubrí que no fuiste más que un mal sabor de lo que pudo haber sido. Un recuerdo censurado como película porno del más bajo nivel. Una aventura más, que aunque larga, compleja y tóxica, se desvaneció al primer chiste pelotudo que te escuché decir al pasar.

No logro entender todavía

Sigue pasando el tiempo y no logro entender todavía como te pienso y te repienso.
Sigo armando lo que pudo haber sido en la fragilidad de un recuerdo que ni el tiempo ni la distancia, logra opacar.
Mi superyó está convencida que eras el amor de mi vida supongo; no ayuda tampoco que mi ello extrañe tu piel y mi yo aun se siente lastimado. Mi alterego por supuesto te odia, esperando que la estés pasando pésimo.
Y sin embargo todavía me escapo a los recuerdos que siguen haciendo mal, creyendo que se aquietará la tempestad, y no; no pasa.
No dejo de extrañarte y no duele menos tanta ausencia.
No puede no importarte que todavía te piense. No es justo tanto silencio. Necesito verte, oirte, hablarte. Decirte que lloré una y otra vez perdida en olvidos que me hacen tanto mal.
Tené el valor de mirame bien, una vez más a los ojos y decime que no querés tenerme en tu vida ni de lejitos. Decime que ni un músculo intuitivamente tiene ganas de abrazarme, de secarme las lágrimas cuando te vea inmóvil y torpes, como siempre no sepamos que hacer...
Decime que nunca tuviste un recuerdo de nosotros que te hizo sonreir y solo por eso nos merecemos un gran abrazo. Aliviarme tanto silencio y estoicamente dejá que te escupa todo lo que no te pude decir, para terminar llorando y altamente posible que terminemos una vez más contándonos nuestros silencios debajo de las sábanas.

Un domingo gris que pasó...

Patrones que repito una y otra vez aun identificando la piedra a kilómetros de distancia. Sentimientos que dominan la razón.
Necesidad imperiosa de que me quieran y me protejan causa efecto contrario.
Tristezas que arrastro.
Buscando un símbolo de paz no llego a ningún lado.
Buscar afuera, sentirse vacía
No tener respuestas y no lograr escuchar al optimismo.
Neblina que avecina un invierno que no quiero pasar.
Domingo gris.

Mejor así.

Era fácil. No es necesario aclarar las cosas, ambos sabemos que esto tenía fecha de caducidad.
En una semana estarás a más de 10,000 km de distancia y no es momento para decirnos nada. Voy a intentar evitarme la despedida; nunca me gustaron.
Vas a volver con el que me echarás de menos, con el me hubiera gustado, hubieses querido y así. No quiero quedar muda de nuevo cuando digas que me querés...
Vos tan necio y yo con el si fácil tuvimos esa despedida innecesaria.
Mejor hubiera sido quedarnos con un mejor recuerdo y ganas de más. Hacer crecer a la distancia algo que tal vez tampoco hubiese sido, o mejor no y dejamos que nuestros ellos afloren para convencernos de que vos y yo no tenemos nada que compartir.

Ni el sexo, el tiempo o la distancia...

Se que estamos en la misma ciudad después de más de dos años de no saber nada del otro y que a vos, no te importa ese dato.
En algún momento mi superyó afirmaba que siempre ibas a estar cerca mío; que ni el sexo, ni el tiempo ni la distancia podrían cambiarlo todo.
Aposté; perdí.
No me quedó más que un malestar en la memoria que insiste en recordarte.
Pero sin embargo mi ello no te perdona y espera que vos también sientas que perdiste, porque perdimos, quedándonos si algo bueno que solíamos tener.
Voy a mentirte si te juro que nunca te deseé lo peor, o por lo menos que no hayas podido dormir pensando en que también lamentás no saber de mi al menos.
No puedo culparte por que éramos dos los que construíamos una relación amorfa, aunque de todos modos pudiste haberme cuidado más.
Pero no ibas a volver a aparecer para que mis ojos te susurren que lloré, que mis labios no te digan algún reproche al pasar, porque cada tanto te sueño y no me gusta tu ausencia, tus ganas de nada, tu ser un homosapiens asumido.
Simona, mi alterego pensó mil formas de arruinarte la vida; mi superyo lamenta lo que pudo haber sido, mientras que a mi yo se le escapa una sonrisa desde el alma cada vez que te sueña.

Pura histeria


Me caracterizo por ser una persona práctica y directa. Es o no es. Las estrategias no aplican para las relaciones. Cuando empezás a darle vueltas al asunto, justificando lo injustificable, tratando de tener una segunda lectura de lo que pasó, que si dijo, que  dijiste que...
No es y punto. La vida es más simple y las cosas obvias. 
En el momento que tenés que decirle al pibe, así, directamente y sin vueltas: No se si me entendés, pero yo vine a tu casa a garchar, no somos amigos ni tenemos 10 años como para que me invites a jugar a tu casa, vine a GAR CHAR. Queda claro?
Ahi es justamente el punto de no retorno, donde se fue todo a la mierda y sabés perfectamente que
la histeria masculina te ha derrotado una vez más.
No tengo paciencia para la histeria masculina
Tus declaraciones serán contraproducentes y es obvio que nunca vas a poder tenerlo, pero a ese punto ya no me importa.
La histeria masculina es peor que la femenina porque la mujer, por definición es más enroscada y se engancha.
Y obviamente, yo me enganché. Mordí el anzuelo y entré en tu juego que al minuto 10 di por perdido y me fui bufando, caliente; pensando en mi teoría que los hombres histéricos cogen mal y/o la tienen chiquita.

Una reverenda mierda reloaded!

Desafortunadamente, no es la primera vez que me encuentro muy triste e impresionada, pensando en la muerte por otra muerte y siempre caigo en la misma conclusión; la muerte es una reverenda mierda!
Pero lo peor no es la muerte, si no el dolor que deja en los que vivimos, aunque algo trillado es muy cierto.
Vive rápido, muere joven se mencionó en varios velorios que no fui y en alguno que fui también.
Evito los velorios, mucho más los entierros. Odio el dolor ajeno, creo que más que en el propio y me da mucha bronca cuando existen esas muertes evitables, que hacen más sufridos a los que nos quedamos de este lado.
Hace un par de años empezó una seguidilla de muertes evitables o no; suicidio, accidentes de autos, sida, falopa, algunos más otros menos cercanos, pero todos muy cerca y en todos esos velorios alguien dijo: lo podríamos haber evitado; todos nos sentimos irremediablemente peor.
Amigos que toman conciencia o no; amigos que están tristes y yo me entristezco con ellos.
La muerte es una mierda, pero quiero creer que es la paz del atormentado, el momento justo para otros o la fatalidad de un: y si, pasa...
Y pasa, y nos pasó y pasa cerca. Y a una le duele y llora, se impresiona y putea.
Extraño a un par de amigos, desafortunadamente.
Mi padre se queja que ha perdido amigos, pero esas son muertes son naturales, algo más comprensibles, supongo que no menos dolorosas, pero las nuestras no!
Amigos, quiero pedirles que se cuiden, que nos cuidemos, que si deciden reventarse, traten de ir avisándolo para que asimilemos la idea.

Sexo con desconicidos

Estamos las más y las menos aventureras. Las que nunca se olvidaron un nombre después de cogerselo, o la que se olvida de un pibe que saca una amiga de añares en esas charlas de: uhhhh naaaaa me había re olvidado de eseeeee, risas complices y cambio de tema, tal vez su marido anda rondando por la casa y la única fácil de adolescente era yo!
El sexo con desconocidos no es algo solamente de la era internet. Quien no se ha tirado a alguien que vagamente recuerda, una cañita al aire en unas vacaciones, una relación efímera que nunca tuvo segunda cita. Quien no haya pasado por algo así no tendría derecho a usar la palabra garchar.
La que más disfruta de nosotras de estas situaciones es Simona, mi alterego, sin lugar a dudas. Ella se ha llevado tipos a casa con este escueto diálogo:

01.- int-noche-boliche
Simona
(mientras le pasa los brazos arriba de los hombros apoyando las manos en la pared, dejandolo encerrado entre sus brazos)
Hola extraño!
Que vas a hacer la próxima hora y media?
Pibe
(algo incómodo)
No se por?
Alterego
Porque es justo el tiempo necesario para ir a un hotel, garchar volver y hacer de cuenta que no pasó nada...
Pibe
(un poco más incómodo todavía, entre risas nerviosas)
Enserio? Te parece?
Mi Superyó
(al oido de mi alterego)
Por que llevartelo así... 
Miralo de reojo, sonreile...
Esperá que te busque...
Mi ello
(llevándose a mi superyó del bazo)
Dejános en paz!
Coger no es amor, es mucho mejor cantaba la Bersuit
 Vamos por otro trago!

Se fueron juntos y volvieron veinte minutos más tarde, él conocía un hotel a la vuelta y el trámite fue rápido. El pibe en bolas no valía ni dos mangos, estaba nervioso y casi casi se fue en seco. Tardaron más en desvestirse que en coger en si. Volvieron y se perdieron entre la gente. 
Mis amigas me andaban buscando, ya querían irse y las convencí de quedarnos un rato más. El tipete desapareció, creo que nunca más me lo crucé y si así fuera no se si lo reconocería y creo que hasta no siquiera nos dijimos los nombres.


Una casi cita a casi ciegas

Quien esté libre de pecado que titre el primer tweet. Las redes sociales han fomentado relaciones a distancia con más o menos conocidos; historias de gente que se conoció por internet, finalmente se encontraron, se enamoraron y nadie asesinó a nadie.
Tampoco necesitábamos de internet para coger con desconocidos si así lo deseábamos. Entre nos, todos tuvimos mas menos esas citas a ciegas, encuentros casuales, sexo con desconocidos, tampoco nos engañemos.
Una vez tuve una casi cita a ciegas.
Era amigo de un amigo, nos conocimos gracias al Hi5 (el facebook apenas arrancaba y lo del día era esa red social nefasta que después se llenó de mostros)
No recuerdo quien invitó a quien pero de pronto estábamos intercambiando msn y chateando, las fotos que ambos teníamos no nos dejaba mostrarnos del todo y finalmente accedí a unas cervezas en algún bar cercano.
Habíamos chateado varios días, compartíamos música, charlábamos de nada, nos reíamos bastante. Mi ello se imaginaba una prominente relación atrás de ese teclado que escribía con excelente ortografía, rápido y bien.
El llevaría una campera roja, y un gorro adidas, lo iba a reconocer cuando a las 9 en punto entrara por la puerta, yo estaba sentada muy cerca y cuando lo vi entrar me escapé. Llevaba zapatos en punta lustrados que relucían, gel debajo de su gorra y no aguanté. Seguro debajo de la campera roja traía una camisa adentro del pantalón con un cinturón de simil cuero y me escabullí entre la gente, la cerveza que estaba tomando ya estaba paga y me fui.
Mi yo se volvió riéndose a carcajadas, un poco arrepentida. Hubiese pasado un rato al menos, dejando que nos inviten unos tragos más.


El boludo de turno y mis amigas

En una época bastante lejana, con mis amigas teníamos un problema de piedad y hasta camaradería con los candidatos que destrozábamos. Cuando una tenía un boludo de turno al cual maltrataba, siempre saltaba otra para darle cariño, comprensión y explicarle lo que la bruja malvada estaba haciéndole. Con cara de angel, me acerqué y te dije: Ves ese chico con el que está hablando tu chica? (NDA: "su chica" era mi mejor amiga desde los 10 años, llevaba como 5 meses haciéndolo sufrir y el pibe era un bombón) Se lo tira hace años, la última vez fue ayer, cuando te dijo que tenía que venir a ayudarme a mi a hacer quien sabe que cosas, le dije.
Ampliemos el concepto "boludo de turno", era aquel que en mi caso no pasaba las tres semanas, en caso de las chicas, el tiempo eran tres meses y a veces se extendía un poco más, sometiéndolos a caprichos y favores que solo un boludo podía cumplir gustoso, creyendo que se estaba ganando un punto. Estaba destinado a ser maltratado sistemáticamente y obviamente ninguna tomaba estas relaciones como algo serio, ninguna tenía fama justamente de carmelita descalza, pero afortunadamente siempre había uno, que no conocía nuestros antecedentes.
Fue así como le conté todo, la teoría del boludo de turno era revelada una vez más para beneficio personal y daba su resultado.
Estaba indignado, humillado y me aproveché un poco de la situación. Desaparecimos tirando bomba de humo. Apurados llegamos a casa y obviamente, después de esa noche no lo volvimos a ver.



Inefable confesión

Tengo que hacer una inefable confesión: me alegré muchísimo cuando me enteré que mi ex se había separado. Mi ex que? Quien sabe. Nunca fuimos nada y puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que fue la peor relación que tuve en mi vida; y si usted, querido lector, quiere destruir una amistad por completo, no dude en consultarme.
Durante ese más de una año y medio, me canse de sufrirte, de gozarte a deshoras, de pedirte mil veces que desaparezcas de mi vida, para terminar cediendo quien sabe por que razón, otra vez a tus estúpidas reglas para dejar expuesta mi soledad.
Eras mi amigo; decías que me querías. No entiendo como pudiste dejarme tan expuesta viendo la peor versión de mi. Miserable sentir que se hizo presente sin poder luchar con mi yo tan racional. Dejé de ser yo por un tiempo, a mi alterego le gusta ser la Drama Queen
Me alejé de vos y de mi peligroso ello que cada tanto te extraña. Te salvé de las mil formas distintas de asesinarte que planeaba mi alterego.
Sin embargo mi yo todavía tiene una lejana esperanza de que me pienses y se te cuele una sonrisa, que quieras pedirme disculpas, si cabe, diciéndome que nunca hubieses querido que llore, que sufra, que odie y que maldiga el haberte conocido.

Madrid no logra entender que las chicas fáciles tambien tenemos sentimientos.

Me canso de pregonar que las chicas fáciles también tenemos sentimientos. Mi ello, como cualquier ello de una dama que se precie de tal, por más licenciosa que sea su vida, quiere en definitiva lo que todas; algún detalle, un mimo, algo que la haga sentir especial.
Mi ello es como el como el diablito que se sienta imaginariamente en mi hombro para malaconsejarme, susurrándome los impulsivos y hasta perversos pensamientos que no siempre el superyó logra controlar.
Mi ello quería tenerlo una noche más.
Llamemoslo Madrid (Argentino, pero ahí vive) entra en la categoría de viajantes; hombres que conocí de viaje y que por alguna razón, se mueven por las ciudades principales en las que me muevo yo. Argentinos, gringos o chilenos; managers de bandas, altos ejecutivos o algún hippie conforman un grupo con los que el sexo ocasional pero recurrente fue construyendo relaciones de hasta casi 10 años en el caso más extremo.
Es fácil y claro. No hay forma de que haya algún tipo de relación, no tengo fantasías que eso suceda, que nos casemos y tengamos hijitos. Por supuesto que no! Pero a medida que el tiempo pasa, nos conocemos más y la cosa tiende a dejar de ser tan fría. Ya nos conocemos algo más y nos tenemos más confianza y por que no cariño. Es como todo, tendemos a evolucionar
El día anterior habíamos logrado coordinar la complicada agenda haciendo de las dos horas del tiempo que le sobraba un furtivo encuentro, intercalando el sexo con un poco de charla cargada de un sutil reproche, después de más de dos años de intermitente relación. No es que quisiera algo de Madrid, nadie vaya a equivocarse, simplemente es que después de más de dos años, la confianza y las hormonas, a veces me juegan con desventaja
Quedamos en hablar y a la noche siguiente me lo topé en un bar, de casualidad, habiendo tantos en la ciudad, justo caimos en el mismo. El destino, pensó rápidamente mi ello que obviamente deseaba irse con él y repetir lo del día anterior, mi superyó me explicaba una vez más las reglas del juego, mientras mi yo intentaba llamarle la atención en ese encuentro fortuito. No estaba en los planes, tampoco estaba solo. No me molestó que esté con otra chica, no estaba celosa y mucho menos esperaba una explicación o algo parecido, pero como siempre en estas situaciones inesperadas mi alterego salió al rescate y con su grandilocuencia hablando con su amigo mientras él desaparecía como un gran escapista. Me pongo algo nerviosa y verborrágica porque había decidido pasar la noche con una perfecta desconocida, antes que conmigo, eso es todo.
No tardé en irme de ese bar, neceando en querer pasar la noche con él, le mandé algun mensaje sin respuesta y ya no lo ví más.
La vida es así, o mejor dicho, la vida es mejor que eso. Porque las chicas fáciles también tenemos sentimientos y no dejamos de esperar algo más que un encuentro furtivo o fortuito, esperamos un lindo gesto, o por lo menos, algo que nos haga sentir especial.
Nota de mi Simona, mi alterego: Su amigo no estaba nada mal, y al menos no está en madrid.


Estúpidos pactos

Se me hizo muy difícil quedarme un rato más. 
Tal vez tenías razón y tendría que haber desaparecido como siempre en la inmensidad de la noche. Sin lágrimas ni despedidas. Así, como siempre lo hicimos, desdramatizando la incertidumbre del próximo encuentro. Un encuentro más en lo organizado de tus viajes que con frecuencia nos acercaban durante tanto tiempo 
Seguro ni siquiera traes un par de medias de más en tu valija. Sabes. Sabemos. Y sin embargo, no habrá próximo encuentro trasnochado. Lo nuestro queda en México, como si pudiese definirle a mi ello un territorio. Pero así fue siempre. Fue. Acá no somos. No existimos en este Buenos Aires que me devuelve otra realidad y ganas de verte, rompiendo con nuestro pacto. 
Te escribiría su pudiera burlarme de los acuerdos, pensar que algo pueda variar en tu vida y haya espacio para mi. Traiciona el subconsciente cuando pienso que más que tu plan de vuelo hubiese querido que volemos juntos. 
De todos modos me fui rápido, todavía con los ojos dormidos, con grandes anteojos negros que esconderían el poco maquillaje que quedaba de la noche anterior y tal vez una tímida y subversiva lágrima que no se animaría a salir.

De príncipes desteñidos y otras curiosidades de la nobleza.

No voy a resignarme a la idea de que el príncipe azul no existe. Lo sigo esperando mientras solo me topo con celestes medio mal teñidos u otros sectores de la nobleza de diferentes colorimetrías.
El amor en su sentido más amplio es lo que me sigue moviendo la aguja y la ilusión de que todo llega hace que encare cada cita con una extraña sonrisa. Una se aprovecha por que sabe que, de todas maneras y casi sin excepción, la cita terminará como una quiere, en la cama de alguno de los dos o cada uno en su casa, con un beso robado de apuro en la puerta de casa.
Las citas te dan hasta vergüenza cuando te das cuenta la manipulación que podés ejercer solo con un escote o buen par de tacos bien llevados. Sabés de antemano que él, obviamente te va a querer encamar en cuanto bajes la guardia pero el superyó a veces histeriquea, cuando mi yo se da cuenta que nada de lo que pueda hacer o decir el sujeto va a hacer que quieras romper con la inercia de desear despertarte en tu cama y sola. Mi ello es quien va a decidir en fracción de segundos cual será este desenlace.
En algún lado está, estoy segura, tal vez ni tan príncipe, ni tan azul. Pero si me entrego a pensar de que en verdad no existe o si llegara a sucumbir en la desesperanza y me dejase llevar a la resignación no habrá intento válido, ni esperanzas renovadas, ni tacos coquetos repicando la distancia que me separa cada cita a mi príncipe azul.

Las máquinas de café unen a los empleados de la corporación

Después de 6 meses de revolución permanente, de mudanzas, despedidas y reencuentros, empiezo a trabajar y se renuevan las ilusiones. Los amores de oficina siempre fueron divertidos. Como con los hombres, los laburos pasan por mi vida a veces con más suerte que otras. Y las primeras semanas siempre recuerdan a otras primeras semanas
Como olviderse esas historias que Simona, mi alterego le cuenta a mi superyó a modo de convencimiento, aliento y como consejo.
No hace tanto, en un universo no tan paralelo, empecé a trabajar en una empresa grande, de esas en las que estás a total visibilidad de desconocidos compañeros de escritorio. Mucha luz, espacios grandes y boxes había en el moderno pero poblado espacio. Caminaba con la de recursos humanos por uno de estos pasillos abiertos que marcaban el camino a mi escritorio, con una computadora en la mano y saludando con una sonrisa cálida a los simpáticos empleados de la corporación.
Ahí estaba él. Pasé por atrás y me llamó la atención. Linda espalda, se veía que era grandote. No se dió vuelta, ni saludó. Tampoco sonrió cuando a mitad de camino repentinamente me di vuelta sabiendo que me estaba mirando de arriba a abajo. La mañana transcurrió entre presentaciones de gente poco interesante, y en una de esas idas y vueltas por el lugar, me paré a prepararme un café. Leí las instrucciones de la máquina y puse las monedas; nuevamente tuve esa necesidad imperiosa de darme vuelta. Y otra vez estaba él, creyendo que yo no lo percibía, mirándome. Tampoco sonrió. Solo torció la cabeza sobre su hombro sin dejar de verme desafiante a los ojos.
Me estabas mirando el culo, increpó provocador mi ello.
Claro que no, respondió él negando lentamente con la cabeza y una media sonrisa que acentuaba la comisura derecha de los carnosos y rosados labios. Te equivocas, lo que me gustaron fueron tus piernas, afirmó.
Buena elección, le respondía mi alterego mientras se acercaba parándose muy cerca de él. Tomé un sorbo y mi lengua buscaba restos de espuma en el labio superior. Simona susurró: Te busco saliendo. Caminé nuevamente a mi lugar, sabiendo que estaba mirando como se movían mis entaconadas piernas largas.
El día terminó entre poca sorpresa y muchas cosas que leer. Pasé por su escritorio y con perverso disimulo le dejé un papel con mi teléfono y como era de esperar no habían pasado ni 3 minutos que ya me estaba marcando.
A unas cuadras de ahi lo estaba esperando para ir a mi casa.
Un verdadero fiasco, no valió de nada su buena actitud inicial, en la cama fue un verdadero desastre. Era fofo, como gediento y precoz.
No volví a esa empresa, aunque el que tendría que estar avergonzado es él. Había leído que el 52% de los mexicanos eran precoces y esa cifra me alteraba en demasía. Tuve que tomar varias muestras del mercado para poder afirmar que el ISM (Instituto de Sexología Mexicano o similar) tenía tristemente razón.
También me tuve que volver de México, quien sabe si por este asuntito del 52% o porque en casi 10 años no encontré como traducir la palabra prolijo y sus derivados.


Recuerdo lo que ya no será

No te importa, no me duele.
Ese fue un estúpido acuerdo tácito que alguna vez nos hicimos sentenciándonos entre la transpiración de los cuerpos que se encontraron solitarios a deshoras.
Pero duele y me importa. Y más duele que no te importe.
Cínico mi ello se ríe de mi desvelo, y mi superyó le resta importancia.
El tiempo hará lo suyo; solo quedará un vago recuerdo de lo que pudo haber sido.
Lo cierto es que me duele no querer saber de vos, saber si sonreís o si te reís a carcajadas...
Se que alguna vez lloraste, si yo estuve ahi para limpiarte esas impúdicas muestras de humanidad
como vos estuviste para mi, escuchándome repetir hasta el cansancio que soy fea mala y tonta.
Pero no te importan ni mi pena ni mi alegría, mis secretos mal guardados, mi alma adormecida...
Aunque tal vez ya no me duela, es cierto, pero me confunde tener que buscarte entre recuerdos que el olvido no ha podido aniquilar.
Insisto:
solo me dejaste tristes versos que arrasto en una insómnica noche de lluvia, olvidándolo todo cuando en la mañana siguiente sale el sol.
Mi alterego disfruta siendo la reina del drama y mi yo, como siempre, sabe que todo pasa.

No creo en la amistad entre un hombre y yo!

Por un momento pensé que mi ello ya había escarmentado, aunque esta vez mi superyó estaba totalmente de acuerdo. Volvía a ver a un amigo con otras intenciones que una bonita amistad, pensando que él podría ser la solución a mi irremediable defecto de querer ser nosotros.
Es simple, creo que mi presencia haría más feliz su vida y la suya harían su parte en la mía, que ver la sonrisa del otro a diario nos puede alcanzar, que podemos hacer un gran equipo, que...
El yo habla, y nos recuerda lo que pasó la última vez que se liaron con un amigo, aun sabiendo que esa fue la peor relación de mejores amigos que ha existido el la historia de los mejores amigos, y que esta vez no tiene por que terminar tan mal.
Simona, mi alterego cínica como siempre acota que solo puede ser amiga de tipos muy feos o casados, con hijos y que además sus mujeres sean unas reinas.
Lo cierto es que mi yo lo admira, mientras mi superyó le regala su incondicional amistad y mi ello solo piensa en desnudarlo cada vez que mis manos rozan su cuerpo
La otra noche con unas copas de más, creía tener la suficiente valentía para confesarte todo, decirte que sueño con tenerte, que me pierdo cuando miro tu boca, de reojo pero fijamente, clavándome en cada movimiento de tus labios como si viera en cámara lenta. Quería terminar con esta incertidumbre que me acosa pero era como quedarme desnuda en plena fiesta, enseñándote mi alma en carne viva, mostrarte que sos mi debilidad y esperar una respuesta.
No me animé. No podía escuchar un no como respuesta. La sola idea de borrarte la sonrisa ante una inoportuna confesión me dejó muda por un rato, mirándote de reojo los labios que tal vez algún día no muy lejano pueda besar.

Ya! Por favor!!

Se acaba por que ya se acabó hace rato, porque perecimos a una relación estéril y dañina. Se acaba porque ya no tenemos nada, aunque tengo que confesar que mi ello se deshizo en lágrimas cuando, hace ya tiempo atrás, caímos a la cuenta que no había nada por salvar.
Mi superyó con su optimismo no quiso ver, quería dejarse fluir, pensaba que esta relación amorfa, podría haber tomado alguna forma más amena, algo más prolija mientras mi yo se conformaba con lo que sea, con la frustración de que no habría forma de que saliera algo bueno, y así fuimos construyendo y destruyendo esta historia.
No hay modo de terminar bien y lamento que se termine, pero es mejor así. Que nadie sepa que hubiese sido si nos tomábamos en serio, tampoco sé que hubiese pasado, o si en verdad lo deseaba, pero si pudiera elegir de nuevo, tomaría el camino que habíamos planteado en un inicio, donde la amistad era incondicional y no conocíamos el techo para una relación que hoy se nos vino encima.
No hay nada que hablar siquiera, sería tratar de explicar lo inexplicable, intentar salvar algo en donde sabemos no ha quedado nada sano, mientras mi alterego y mi superyó se debaten a duelo en un derroche de  irónicos reproches y demostraciones de superación como si nunca hubiera dolido.
No son los miles de kilómetros que nos van a separar, es la determinación que nunca más voy a permitir una historia así, que no me merecés, que yo merezco mucho más...
Mejor así, no quiero que me veas si llegara a quebrarme, que me trates como Drama Queen, o que creas que hay forma de recuperar la amistad que se escurrió entre las sábanas de muchas madrugadas encubiertas de soledades compartidas.




Era sabido...

El amor apesta y las chicas fáciles también tenemos sentimientos, son como mis principios básicos desde mi más tierna adolescencia. Tan trágicos como ciertos, son preceptos que se siguen manteniendo en el tiempo.
El amor apesta hasta cuando tenés mariposas en la panza, por que para eso primero tenés larvas y gusanos, por ende, el amor apesta!!
Alguna vez todas nos hemos quedado mirando el teléfono a ver si suena, vestidas y/o alborotadas. Asi pasa. Solo sucede, por que vos pensás, que pensó, cuando dijiste lo que dijo, entonces...
No, los hombres no piensan, no hay un metamensaje ni en sus actos, ni en su lenguaje. No están pensando en lo que nosotras creemos que entienden cuando les decimos que...
Hasta cuando voy a creer que tenemos una remota chance? Que en realidad no se anima, que...
Y sin embargo los justificamos, tratamos de entender las cosas de otra manera, para ilusionarnos, para que no nos duela pensar  que simplemente no tienen ganas de nosotras.
Preferiría borrarlo de mi existencia antes de seguir fomentando una ilusión que ni siquiera a mi me ilusiona. Desaparecer el amor para que entendamos cuan necesario es sería una medida demasiado extrema. Era sabido, el amor que no logro definir, entender ni comprobar, apesta!

Entendiendo lo inexplicable

Pero te lo advierto, le dice mi superyó enérgicamente, me volvés a llamar una vez más así y corremos serios riesgos de enamorarnos otra vez.
Mi ello vuelve a sentir lo mismo que hace años atrás al momento del postergado abrazo. Inevitable, inoportuno. Una vez más nos ahogamos en miradas que de reojo, nos permite saber a que nos lleva.
Conocemos el final de un cuento que nunca termina.
Corremos sin prisa. Besamos sin tiempo. Hablándonos en silencio es cuando disfrutamos los escasos momentos que el tiempo y la distancia nos reponen por cobrar.
Siempre fue así.
Entendiendo lo inexplicable, sabiendo que nunca va a poder ser es, como sobrevivimos a la crueldad de no pertenecernos.



Tóxico

Sos tóxico. Tenemos sangre pesada. Mejor así, que nadie sepa como me llamabas.

Por supuesto mi alterego disfrutaba con esos encuentros a deshoras, donde las madrugadas solitarias alimentaban el deseo. Simona provocaba tóxicas noches inadecuadas, mientras que mi superyó y mi yo se sentían hasta en ocasiones miserables.

El hastío de mi ello ratifica una inminente pero postergada despedida. Aun sabiendo que no vas a entenderlo. Aun sabiendo que no lo deseo. Aun cuando mi superyo trata de explicarle a las demás el drama no se hace esperar. No hay como seguir este cuento mal contado. No hay nada que sostener después de esta sacudida total. Simona se fue taconeando, a los gritos, cuando terminaba de vestirse en silencio gritaba su impotencia, tratando de esconder tanta historia no compartida.

Mejor así, a veces pensaré que nos faltó más tiempo, otras que nos faltó ganas; otras que tal vez merecíamos una oportunidad, pero la realidad es que hubiese sido increíble nunca pasar por esta amorfa relación que debastó una amistad que se suponía más sólida y los escombros se nos vinieron encima.

Basta! Le gritó mi ello cuando salía apurada. Basta! me grito tratando de entenderlo de una vez por todas que esta inoportuna y fortuita secuencia de encuentros y desencuentros, no suma ni deja algo positivo en mi rebuscada conclusión.

Deseo desear más deseos

Mi ello, mi yo, mi superyo y Simona, mi alterego, mantienen una interesante conversación sobre el deseo. Tertulia que ya nos ha regalado insómnicas noches de vacío y soledad buscando un deseo que nos haga sonreír a todas por igual. La falta de deseo no es más que el miedo a lograrlo, y sin embargo deseo. Sos mi deseo oculto y tácito. Amo la idea de desearnos, sabiendo que tal vez, sea solo una idea que difícilmente llegue a concretarse. Pero amo pensar que si, que los deseos pueden materializarse, convertirse en realidades irrefutables o en futuros inciertos, nada importa mientras el deseo prevalezca al miedo.
Deseos no deseados dormirán en el futuro del olvido.

Estoy jodida y radiante!

Mi ello mantiene una fuerte discusión con mi alter ego, se disputan tu presencia, desnudándote imaginariamente apenas cruzás la puerta de mi casa con desmedida pasión porno.
Mi yo quiere creerte, y el superyó pide actuar con cautela. Mi basta imaginación me juega una mala pasada. Estás demasiado lejos y no estamos seguros que eso vaya a suceder, pero si queremos, se que queremos. Y "tengo miedo de verte, necesidad de verte, esperanza de verte" decía Benedetti para cerrar con su: "O sea, resumiendo. Estoy jodido y radiante, quizás más lo primero que lo segundo y también, viceversa.
Estoy jodida por que extraño lo que nunca tuve, porque quiero llegar a casa y verte, por que te extraño si no te veo conectado, porque creo que todo esta fantasía puede ser verdad y estoy radiante.
Estoy jodida, porque cuando me escribís se me ilumina el día y un suspiro inoportuno asoma junto con una extraña pero radiante sonrisa.
Necesito ya mismo, una de estas noches encontrarnos entre sueños, mezclando fantasías y realidades, recorrernos íntegros. Que la distancia solo sea tiempo que nos separa.
Pertenecernos.

Sin Consecuencias?

A veces  mi yo se agota de transcurrir por la vida sin consecuencias, pero cuando mi alter ego o mi superyó lo provocan es cuando hay problemas. No habrá final feliz, pero esperemos que sea indoloro. No se como pasó, pero cuando me quise acordar, ya estaba todo demasiado complicado. Nada puede permanecer inmóvil sin llenarse de polvo. La inercia de las cosas hace que esta inmovilidad reste, que moleste y se vuelva un lastre difícil de cargar.
Lo peor es cuando mi superyó se relame con un: te lo dije, reclamándole a mi ello mayor atención por no haber actuado por instinto una vez más. Él no podía ser quien me lastime y sin embargo acá estamos, sin pagar las cuentas de un final de contrato inminente, rescindido solo por la necesidad de cambio.
Mi vulnerabilidad lo lamenta más que mi yo.
Estirando el final creyendo que podremos tener, tal vez, algo de lo que tuvimos alguna vez; salvar una amistad que por definición dejó de existir hace rato, evitando que me duela o que me deje convencer una vez más y terminemos desnudos en la inercia de nuestra quietud.

Cuento de Navidad!

Nunca me gustaron mucho las fiestas, no me deprimen, pero tampoco me excitan como a la mayoría.
Desde siempre que el Grinch que llevo dentro aflora en estas épocas, queriendo hacer de las suyas y portarse mal. Por ejemplo, cuando tenía como 5 años, me encargué de desmitificar a Papá Noel (en la volada cayeron los Reyes Magos y el Ratón Pérez) frente a todos mis compañeritos, y aun que ese año estaba de buenas, no fue la excepción para querer romper con esa falsa felicidad que cargan todos los que creen que por que cambia el año, el próximo será otra cosa.
Con una gran amiga y el boludo de turno, como llama mi mejor amigo a mis amantes ocasionales que formalizo por algunas semanas, habíamos decidido hacer una pequeña reunión, amigos invitados bajo estrictos cánones de calidad y selección.
Un auténtico banquete, comida exquisita, vinos inmejorables, champagne en cantidades y algunas drogas no podían faltar. Todo bien servido, decorando la mesa festiva, y vaya fiesta.
Lo que ellos no sabían que era la fiesta del descarte, cada quien llevaría parejas a descartar, plan malévolo anque no propio, sacado de una serie televisiva.
Simona estaba casi eufórica, regida por mi ello, mi superyó no creía que era tan buena idea, mientras mi ello se divertía muchísimo.
La cena transcurrió con normal displicencia, el boludo de turno, como era de esperarse, quería besarme; además de que en público no hago ningún tipo de exhibiciones, yo solo me preocupaba con quién nos iríamos.
En la cocina tuve un encuentro interesante, estaba picando hielo cuando siento por atrás que unas manos extrañas se posan sobre mi desprevenida cintura, me aferran fuerte contra él y no me deja darme vuelta. Con un hielo juega con la entrepierna que mi vestido deja accesible. Hielo en el cuello, que seca con su lengua, nos besamos y en eso entra mi pareja descartable. Escándalo! Encerrados en su cuarto traté de explicarle el porque de esta fiesta, que no era nada personal, que se relajara. Mi amiga golpeó la puerta y entró sin esperar respuesta. Me ayudó a hacerle entender, por que su plan era quedarse con mi boludo de turno a quien no le pareció tan mala idea.
A fin de la noche se fueron haciendo distintas parejas, ellos se quedaron juntos y según confesó años después con uno más y yo me fui con el hombre del hielo.
Después de todo no fue una mala fiesta pero a ninguno de los dos los volví a ver.

Una reverenda mierda reloaded!

Desafortunadamente, no es la primera vez que me encuentro muy triste e impresionada, pensando en la muerte por otra muerte y siempre caigo en la misma conclusión; la muerte es una reverenda mierda!
Pero lo peor no es la muerte, si no el dolor que deja en los que vivimos, aunque algo trillado es muy cierto.
Vive rápido, muere joven se mencionó en varios velorios que no fui y en alguno que fui también.
Evito los velorios, mucho más los entierros. Odio el dolor ajeno creo que más que el propio y me da mucha bronca cuando existen esas muertes evitables, que hacen más sufridos a los que nos quedamos de este lado.
Hace un par de años empezó una seguidilla de muertes evitables o no; suicidio, accidentes de autos, sida, falopa, algunos más otros menos cercanos, pero todos muy cerca y en todos alguien dijo: lo podríamos haber evitado, y todos nos sentimos irremediablemente peor. Amigos que toman conciencia o no; amigos que están tristes y yo me entristezco con ellos.
La muerte es una mierda, pero quiero creer que es la paz del atormentado, el momento justo para otros o la fatalidad de un: y si, pasa...
Y pasa, y nos pasó y pasa cerca. Y a una le duele y llora, se impresiona, putea.
Extraño a un par de amigos, desafortunadamente
Mi padre se queja que ha perdido amigos, pero esas son muertes son naturales, algo más comprensibles, supongo que no menos dolorosas, pero las nuestras no!
Amigos, quiero pedirles que se cuiden, que nos cuidemos, que si deciden reventarse, traten de ir avisando para que asimilemos la idea.

Yo paso, gracias!

Políticamente incorrecta. Directa y sin vueltas voy por la vida sin esperar un tal vez. Inoportuna. Los grises carecen de sentido, solo hacen que en distracciones nos enredemos y perdamos el tiempo.
No me gustan los juegos, no construyo intrigas ni me quedo viendo el teléfono a ver si por fin llamas; ansiosa si, pero perdón, no me sale tejer estrategias.
La histeria masculina me es difícil de entender y si nos gustamos no hay que dar muchas vueltas. Lo bestial de lo instintivo nos llevará rápido a la cama, a querer repetirlo y a desear hacerlo cada vez más seguido. El: que si pero no, me provoca ira, me irrita y no me da chance a mis juiciosa tres semanas. Tengo poca paciencia y en ese corto corto período saco extrañas conclusiones, las cosas como son y al pan pan, y al vino, se fue.
Y sin embargo, detesto quedarme con ganas de más. A veces sale bien, a veces no tanto, pero lo que si no pierdo el tiempo ni se lo hago perder a nadie, soy simple, tal vez extremadamente simple, casi varonil en mi razonar, sexual y directa.
Y si en el fuego de mi intensidad te quemás y desaparecés, es mejor así, al menos sabremos que no perdimos el tiempo.

Amistad entre el hombre y el alterego femenino

Hagamos un trato, es solo tener lo que tenemos agregándole buen y abundante sexo, le dijo Simona, mi alterego, a su mejor amigo mientras terminaban de vestirse.
Meterse con el mejor amigo nunca fue tarea fácil, el superyó trataba de impedirlo, mientras el ello ya se estaba imaginando toda una vida juntos. Mi yo se dejó llevar esperando que todo fluyera por que a lo mejor resultaba bien, pero ahi no más empezaron las intrigas, los favores, y una historia/histeria que pronto llegaría a su fin. No había forma de salir ilesos de este lío.
Encuentros a destiempo, escondidos. Una mentira imposible de sostener. Una situación imposible de manejar. Una historia imposibilitada a terminar bien.
Simona lo asesinó de mil modos distintos, mi superyó lo perdonó, mi ello cada tanto lo extraña de algún modo y yo? Mi yo ya lo olvidó.

Tiempo y distancia

Tiempo después me enteré que me fui dando portazos, maldiciendo a su puta madre y muerta de risa.
El tiempo y la distancia jugaron a las escondidas por un rato considerable y muchos años justificaban el podernos decir absolutamente cualquier cosa.
Ultima parada de la noche, últimos momentos de la gira y Simona, mi alterego, sale de su hotel. La risa le huele a sarcasmo, su mirada está perdida. No sabe exactamente que pasó minutos antes en la habitación. Tiene hasta pereza de recordarlo. Recuerda que mientras se vestía pidió un taxi. Cree que ya no acepta los códigos establecidos durante tanto tiempo, tiene claro que el mundo le pertenece. No quiso saber más.
Para que tener que romper con él, no era nada fácil y no había motivo para hacerlo. No había mucho tampoco por romper o terminarse, esa relación no se basa más que en tiempo y distancia.
Pero esa noche el alcohol no jugó de mi lado, y la acidez y sinceridad empezaron a brotar sin control. Mi ello no toleró tanta frialdad y creo que se le tiró encima mezcla de abrazo y torpe empujón, mientras mi superyó, solo intentaba aclarar algunas cosas y terminar con una relación que ya no aportaba nada y se había extendido demasiado. Si recuerdo que me abrazaste fuerte y me besaste el cuello una vez más.
Mi yo y mi ello se toman el taxi, satisfechas, por que de todas formas saben que volverás. Que siempre estarás para jugar un rato por que en el fondo nos queremos y permitiremos que el tiempo y la distancia vuelvan a hacer lo que quiera con nosotros.

De memoria!

Llego de trabajar, cansada y tarde, un dia como muchos, mucho tráfico...
Pongo un poco de música, mientras Just like honey suena en casa, y empiezo a sacarme los pendientes de recién llegada. Le pongo comida al gato, voy, vengo, ordeno. 
Y tu imagen aparece de la nada, de memoria te recorro íntegro, de pies a cabeza te miro como si estuvieras acá, despojándote de tu ropa imaginaria. Me enciendo uno, y me enciendo!
Y lo pienso...
Bailando, cantando por lo bajo mientras empiezo a jugar, los tacos altos me convierten inefablemente en femme fatale, o por lo menos me lo creo por un rato, contorneando las caderas me deslizo sensual. Juego un rato con timidez y torpeza, mientras sigo escuchando mi musiquita, que ahora Ely guerra me hace cantar más, y dice: Quiero bailar, quiero sentirme hermosa, quiero cantar, ver el amanecer, quiero sentir solo tu dulce boca y bailar, quiero sentirme bien!
Bailo, me río y me disfruto, mientras tu imagen persiste en mi retina y entiendo que siempre estarás en algún recóndito lugar de mi memoria para hacerme sonreír de alguna manera.

Buscando razones

Quiero buscar razones para hacerlo o para no hacerlo. No encuentro nada relevante para cambiar el destino del viento, seguirá siendo mi mejor consejero o echarlo a cara o seca será lo mismo. No hay decisiones, sobran los inciertos.
Con firmeza pero con las lágrimas casi a punto de salir para demostrar mi aletargada teoría de que las mujeres fáciles también tenemos sentimientos, te pido que hasta acá, que ya estuvo, que no quiero seguir sosteniendo algo tan insostenible, irreverente e innecesario.
El juego ya no gustaba y hacernos mal era un denominador común. Desde la primera mano cada quien impuso sus reglas y ninguno quiso respetarlas.

No alcanzó...

Demasiado lentos. Demasiado rápidos. Ya no supe.
Todo pasó y no alcanzó, no alcanzó el tiempo, las ganas, el hastío...
Nos quedamos con muchas preguntas. Omitimos demasiadas respuestas.
Todo pasó tan rápido que no sé siquiera por que.
Por que en el lluvioso regreso a casa jugaba en mi memoria y creí fingir una sonrisa.
Decidimos no animarnos a saltar. No había más que hacerle, y el daño era irreparable.
Mejor dejar las cosas así, a medias, no saber que hubiese sido si de verdad nos dábamos una merecida oportunidad. Mejor así, que nadie sepa cuando me llamabas...
Después de todo, no necesitaba más, pero tampoco alcazaba.
Soy consecuente con lo que digo, no con lo que entiendes y era muy difícil explicar lo inexplicable, ver todo tan claro que encandilaba
Odio cuando mis inefables teorías se vuelven realidades inexorables!
Ya no me despedí, me fui sin voltear. No soportaba más ver tus ojos llenos de ira sin entender la razón.
No me seguiste, no me di vuelta y ahí quedo todo.
No alcanzo...

Keep in touch

Cuantas veces más me voy a quedar mirando un teléfono que no suena,
un timbre que nadie toca,
puerta que no golpean.
Y te espero, como nunca, como siempre, con la frustración de sentir que pasa el tiempo y no te tengo. Por que la distancia es solo tiempo que no tenemos, que nos falta...
Siguen la lluvia y el frío, de verano esto no tiene nada!
El ya me dijo que no va a volver por ahora, yo ya le dije keep in touch.
La nada, más de lo mismo. Lo efímero y el vacío se corporizan una vez más.
Dejo que la soledad me invada, mi ello llora tu ausencia, mi alterego se ríe voraz, consumiendo la esperanza de ser amada de mi yo.
Mi superyó, estoicamente me abraza con una sonrisa, sabe que volverá.

Una sórdida noche cualquiera

Simona y mi ello son seres de la noche, mezcla de felino y acechador nocturno. Y justo cuando los tacones repican en la calle y mi cadera es un vaivén de desafiante feminidad lo busco. Busco sus mentiras y sus silencios.
Busco sus labios para que me desafíen una vez más a dejar de ser una dama, que elegantemente se escurre en la sórdida noche y desaparece sin dar explicaciones.
Calculo no acercarme demasiado. Lo miro agazapada entre la gente que me rodea,  ya notaste mi presencia. Cada tanto hay contacto visual y sonreímos perversos, sabemos como termina este juego.
Dejo que me mientas, vos también crees que yo te creo. El juego sigue, la noche se hace larga y de pronto nos sumergimos en ella, no hay mucho que decirnos, actuamos por impulso en este juego sin reglas cuando vos dejas de ser un caballero y yo dejo de ser una dama.

Drama Queen is back!

Mi yo lloraba frente a su computadora, en horas del trabajo, no había manera de contener su angustia. Mi superyó quería entender por que no la había vuelto a llamar, y mi ello ni tan arrepentida trataba de excusarlo.
Yo
- Es que vino por re poco tiempo y con un chingo de laburo igual perdió mi teléfono, no tiene credito, se quedó sin voz o simplemente elgió no estar con vos, Simona
Simona
- El problema no soy yo, yo no existo
Yo
Es que... es que...
Simona
Es que nada! No ves que sos una tarada!! Andás de cancherita por la vida y despues terminas llorando.

Algunos si, otros no, ni importa; lo cierto es que a nosotras nos encanta justificarlos, siempre la culpa es de cualquier otro factor de su entorno; el trabajo, los amigos o nosotras mismas...
Entre tanto, a veces hasta disfruto ser Drama Queen y me hago cargo, repartiendo mi sarcástico fatalismo sobre el amor, siempre con el latiguillo de que las chicas fáciles también tenemos sentimientos por que en el fondo estoy herida y lo único que quiero, como todos, es solo un poquito de all you need is love.

Donde quedaron los Dandis??

Donde quedaron los dandys? Si, esos tipos elegantes que te pueden endulzar los oídos por horas con palabras adornadas por refinadas mentiras. Hoy no me importa que me mientan, solo quiero escuchar cosas lindas mientras intentan seducirme y dejarme llevar. Todos siempre mentimos, pero es necesario creer por lo menos por un rato, hasta que el hechizo se rompa, hasta que el sol venga.

Necesito irme a la playa o un almohadón humano

Odio la época de lluvias; me entristecen los días grises y hace más de 5 días no veo el sol. Hace frío y estamos en pleno verano. Necesito playa urgente, sentir la arena caliente a mis pies y el aire húmedo abrazando mi cuerpo...
El problema de no ser precavida me deja pensando si tendía que haber empezado una generosa búsqueda de amentes meses atrás, y tal vez ahora Simona estaría abrazada a algún almohadón gigante, mientras mi yo le cocina unos portobellos rellenos y mi ello se le insinúa. El boludo de turno diría mi mejor amigo.
Lo cierto es que no hay nada de eso. Ganas de salir a buscarlo tampoco. Y justo llama uno que ha pasado a categoría vista frecuente en medio de una tarde lluviosa y estresante. Hoy necesito mimos, dormir cucharita, que me digan cosas bonitas. Él no me lo puede dar, pero no estaría mal matar el ocio a porritos y cogidas. Pero no, mejor hoy no quiero, lo evito, se que se irá tan rápido como cuando logre terminar de vestirse y hoy no quiero eso. Lo peor del caso es que nos queremos y mucho; pero nunca nos vamos a animar a pensarnos más allá del punto en el que estamos por que en el fondo sabemos que es mejor así. El teléfono sigue sonando mientras me sirvo un whisky y miro la lluvia caer. 

El futbol será así?

Desde que nos quedamos fuera del mundial que estoy leyendo toda la información, comentarios y opiniones sobre la tremenda caída de mi adorada selección, como si en algún lado el resonante 4 a 0 pudiera mutar a algo diferente.
Víctimas de una esperanza exitista, cabalística, y de escaso racional, sublevamos al futbol más allá de todo pronóstico y razocinio. Así vivimos el futbol y es mejor así, si no seríamos fanáticos de las partidas de ajedrez y no entenderíamos que la vida entera es un juego.
Sin embargo, la tristeza infinita acaparó todo, porque dentro de esa cancha, se jugaba mucho más que un partido de fútbol, ahí va nuestro orgullo, nuestra bandera, esa que dejé de ver flamear hace más de 8 años.
Tercer mundial fuera de casa y no soporto más que no se alegren o entristezcan como yo en mi entorno, que el taxista quiera hablarme de futbol, que algunos quieran celebrar en mi cara una nueva derrota mundialista de la albiceleste. No quiero escuchar más ofensas al Diego, no quiero que nos acusen de tramposos por que otra vez los dejamos sin mundial.
Mi identidad es celeste y blanca, orgullosamente sudaca, por que a casi 8000 km de distancia, me queda mi acento, mi música y por supuesto mi futbol.

Just in time!

Me pasa seguido con los amantes, justo en el momento que estás pensando en mandarlos a la verga (sepan disculpar mi improperio, pero cuando una se siente herida, no los corta o los despide, los manda a la verga literalmente) pero justo antes de ese punto de no retorno, hacen o dicen lo que estabas esperando hace tiempo. Suelo mantener relaciones totalmente estériles a distancia, de los que viajan seguidos a México o los que me esperan cuando llego y la lista de los ex aparece. Siempre hay aventuras nuevas e historias que se terminan, pero es bueno tener una agenda activa.
Estaba de malas y se me ocurrió tratar de hablar con uno de estos romances a distancia, un tipo divino, no tan guapo pero super inteligente, nos llevamos bien en la cama y me encanta. La última vez que nos vimos, se portó como todo un caballero, pero hace mil no sabía nada de él. Quise chatear y nada, el méndigo no contestaba, situación similar a la de unas semanas atrás y como los poco caballeros me disgustan, tenía resuelto escribirle un mail para que nunca más se le ocurriera escribirme siquiera y oh! sorprise, el maldito me escribe, diciendo que viene esta semana para acá. Alborotada le respondí su correo diciéndole que por supuesto nos veríamos cuando le cayera cómodo que yo chocha de la vida de tenerlo por acá. Cuando en verdad tenía que haber dicho: Vete a la verga cabrón. Hace tiempo que ando buscando alguien que me quiera bien, alguien a quien querer, pero me sigo llevando por ello, manteniendo estas relaciones que por lo general no me dejan nada.
Vino, nos vimos, se fue. Otra vez se portó como una caballero, no hay reclamos, me gusta y a esperar nuevamente que vuelva, que tenga un rato libre y por supuesto que siga siendo un caballero que entiende que las chicas fáciles también tenemos sentimientos.

El día que Maradona murió

El mundo quedó en silencio, como congelado. Argentina se paralizó y por segundos nadie pudo hacer ni decir nada, boquiabiertos, estupefactos. La final del mundo, y el Gordo en el banco, la escena más trágica, resultado adverso contra Brasil, y nos echan a uno; el titán se para del banco y frío, como estaba, se sacó el abrigo y le dijo a Diego: te lo defino. Diego pide el cambio, y en la primera pelota que toca el optimista del gol, lo bajan en el área. Penal, penal para Argentina y el DT grita: -Martín, patealo vos. El loco agarra rápido la pelota, la acomoda a los 12 pasos reglamentarios y de pronto todo un estadio mira para el banco albiceleste. Diego en el piso ya inmóvil, las cámaras son una maraña humana y nadie entiende nada, los comentaristas del mundo entero relatan algo que nadie logra comprender y a los dos minutos el árbitro es el encargado de decirle al mundo que Diego Armando Maradona, el pelusa, habría sufrido muerte súbita y el partido quedaría suspendido.
Como salió el partido? Ya no importó, el futbol nunca volvería a ser el mismo.
Ojalá no te mueras nunca gordo, pero seguro será con gloria, por que cuando cantaste una y mil veces "oh juremos con gloria morir" lo juraste como nadie.

Maradona y Pasolini

Bien lo dijo Pasolini:"El fútbol es un sistema de signos, por lo tanto es un lenguaje. Hay momentos que son puramente poéticos: se trata de los momentos de gol. Cada gol es siempre una invención, es siempre una subversión del código: es una ineluctabilidad, fulguración, estupor, irreversibilidad. Igual que la palabra poética. El goleador de un campeonato es siempre el mejor poeta del año. El fútbol que produce más goles es el más poético. Incluso el dribbling es de por sí poético (aunque no siempre como la acción del gol). En los hechos, el sueño de cada jugador (compartido por cada espectador) es partir de la mitad del campo, dribbliar a todos y marcar el gol. Si, dentro de los límites consentidos, se puede imaginar en el fútbol una cosa sublime, es ésa. Pero no sucede nunca. Es un sueño".
Pero claro, Pasolini no había visto jugar al Diego, y Diego tampoco había leído a Pasolini.

Todos sumados

Si sumamos los deseos primitivos de mi ello, con los de Simona, mas los que el mismísimo yo ha logrado conseguir, restandole, claro está, los que el pobre superyo consiguió salvar en una lucha sin cuartel con las otras tres, la lista de hombres que he tenido es fabulosa y eterna, y sin embargo mi yo va por más, o por menos.
Encuentros totalmente inverosímiles y ridículos, amores tan profundos, que las cuatro hubiesen dado la vida, solo  que el galán de turno ni siquiera se enteró o lo agradece. Mal ojo, mal comportamiento una mezcla de todo...
Lo cierto que entre las 4 le damos muy poca importancia al amor como tal, es hermoso cuando sucede, sisi, pero no sucede a menudo y eso también lo amamos. En verdad odio estar enamorada, el amor me vuelve tonta, sumisa, vulnerable, y es entonces cuando me enfoco en el amor por los amigos, el trabajo, por el shopping o por mi gata, da igual. También amo el sexo más de lo que pude amar a mis novios tal vez, y es entonces cuando caigo a la cuenta que siempre terminamos amando, al menos por 15 minutos.

A veces...

Mi yo se entristece cuando alguien se olvida que las chicas fáciles también tenemos sentimientos. Cuando se topa con hombres pocos caballeros que le hacen recordar la soledad de mil maneras distintas, cuando no recibe un llamado, un mensaje, una despedida. El vacío se hace inmenso. Es cuando mi superyó le reprocha al ello y todo se vuelve confuso...
Y pido que desaparezcas y nunca más volver siquiera a pensarte, para que te borre de mis sueños que me obligan a quererte quien sabe por que.
Son esas noches que un vino, uno chocolate y una peli son mi elegida compañía y pienso que ya, que estoy cansada de estas retorcidas historias que no nos dejan nada. Sin embargo, vuelvo a calzarme los tacones para que el repiqueteo de mis pasos firmes en las calles silenciosas me recuerden quien soy.

La timidez

Aun que a veces ni yo me creo lo idiota que puedo ser, cuando un chico verdaderamente me gusta, me pongo tímida, aunque verborrágica, tipo tonta. Veamos una triste situación:
Ya nos habíamos topado en un par de eventos, trabajábamos en el mismo edificio y coincidíamos a la hora de la comida, así que un día empezamos a saludarnos. Supe que era italiano, por que en una fiesta estaba hablando con un amigo mío quien me contó un poco su historia cuando le pregunté por el guapísimo desconocido. Me gustaba lo suficiente como para que Simona, mi alter ego, haya pensado mil veces en meterlo en su oficina, sin decir una palabra, vaciaría el escritorio de un manotazo mientras con la otra desabrocharía frenéticamente su pantalón. Pero antes de que eso pudiese llegar a pasar en verdad, mi yo se lo cruza en el ascensor, y después de intercambiar un susurrante "ciao" sin mirarse:
Mi yo un poco idiota
- Che, y... así que sos de Italia??
Pibe que me gusta
- Si, y tu eres de argentina, verdá?
Idiota total
(casi sin siquiera tomar aire)
- Si, de mi buenos aires querido, hay mucha descendencia italiana por allá, sabes? Somos bastante parecidos a ustedes, no se, en la comida... en la forma de manifestarnos...
Vos que parte de Italia me dijiste que eras...?
Pibe que me gusta
- De Bologna
Más idiota aun
- Ahhh de donde es la salsa Boloñesa??
Plop! Desastre total. Por suerte el viaje de ascensor llegó a su fin y no me lo crucé por varios días aun que nunca volví a intentar entablar una conversación.
También la timidez me pone más torpe y al perderme en una sonrisa, unos ojos o un lindo culito, me puedo comer una vereda, tirarme un trago encima, pisarlo, y miles de etcéteras. Por suerte a veces sale Simona a mi rescate, tira un chiste rápido, una propuesta indecorosa, algo inapropiado y sale del paso airiosa. Este definitivamente no fue el caso.

Mi ello vs. Señorita de trajecito sastre sintético y pañuelo mal atado

Hubo veces que mi ello me jugó una mala pasada. Discusiones que terminaron con un ex novio sangrando de la nariz, comentarios desubicados frente a la gente inapropiada, alguna taza revoleada en oficina de algún prestador de servicios. En éste último caso, pensé que terminaría presa.

Polanco. Oficina atención Telecel. Interior. Día

Había dejado de fumar, mi culo parecía el de Missy Elliot, no me entraban las llamadas desde Argentina, y mi mamá estaba internada ya que le habían abierto el pecho como un pollo para hacerle una operación a corazón abierto. La señorita vestida de trajecito sastre barato, camisa blanca y pañuelo mal atado en el cuello y yo, no nos estábamos entendiendo:

Señorita
- Indíqueme por favor como están marcando
Todavía hablaba mi yo
- Me estas queriendo decir que mi familia y mis amigos no saben como marcar mi número?
Señorita
- Es que necesito saber como están marcando
ello
- Bien wey, como crees que están marcando
Señorita
- Le voy a pedir por favor no me hable en esos términos. 
Y desde que compañía telefónica le están discando? 
(no se si así lo dijo porque creo que el término discar ya no existe hace rato)
ello tratando de volver al yo
- No importa de que telefónica me están llamando, no se pueden comunicar conmigo, de Telecom, Telefónica, que se yo wey! No se si me estás entendiendo, mi mamá esta internada y no puedo recibir llamadas de Argentina en mi celular, para eso básicamente es que pago este servicio, para poder hacer y recibir llamadas, entendés?
Señorita
- Ya le advertí que no se dirigiera a mi persona en esos términos
Así no la puedo seguir atendiendo. Lo siento.
La hija de una gran puta se dió media vuelta y se alejó del box, el término wey hasta ese momento yo lo usaba de manera indiscriminada, no sabía que era ofensivo, y la verdad estaba tratando de ser "amigable".
Ello
(subiendo cada vez más la voz)
- Perdón, podés volver por favor? Estuve cuarentaytantos minutos esperando...
Holaaa, nadie me va a seguir atendiendo??

Nadie volvió. Miraba desencajada a mi alrededor girando sobre mi eje y parecía que todos se habían puesto de acuerdo en fracciones de segundo para bajarme la mirada. Volví al mismo punto. El box vacío frente a mi era tan impersonal como el traje de tela sintética que había decidido dejar de prestarme atención al cliente hace rato y una taza de café ya casi vacía llamó mi atención.
Mientras todavía escuchaba a la taza estrellarse contra la pared del fondo, empecé a caminar para la salida, pensando en que alguien de seguridad seguro venía detrás de mi. Pero no. Salí. Nadie me paró, nadie hizo preguntas, nadie me dió respuestas. 
El sol del mediodía de Masaryk calmó un poco a mi ello. Alguien me comentó más tarde que habían agregado un número a la marcación internacional de celulares. Tal vez los de seguridad si lo sabían, por eso no me detuvieron. 

Mi Yo y los amigos

Todas amamos a mis amigos, hasta Simona! ¨Si alguna/o de mis amigas/os, me conociera tan poco y me diera a elegir entre él/ella y una date, por lo general saben que pierden; pero ya me conocen y perdonan¨ Dijo Simona mientras se escapaba del casamiento de una de ellas.
Pero los amigos son todo. Hermanos elegidos, bendiciones que hacen que no estés solo en el camino y blablabla. Tengo más amigos que amigas, es casi obvio. Prefiero la linealidad y simpleza de los hombres que el enroscado hormonal pensamiento femenil. Bastante tengo con mi ello, mi yo, mi superyó y con Simona. Pero con ellos me cuesta más salir de compras, se aburren y en el peor de los casos se calientan.
Con varios de mis amigos he tenido historias, más o menos platónicas, más o menos porno.
Pero el sexo es sexo y los amigos siguen siendo amigos...

Los perros: enemigos del psicoanálisis.

A la única que le pueden gustar los perros es a mi superyó. Mi ello ha pensado en torturar a varios cachorros y perros insoportables que ha conocido a lo largo de su vida pero nunca ha matado más que a un escarabajo (en realidad eran dos y estaban haciendo el amor, ponele!) El yo es racionalmente distante y Simona puede que alguna vez haya acariciado a alguno por que su dueño era guapo.
Lo cierto es que esa excitación que poseen los perros y mucho más los cachorros me desespera. Como también me desespera la gente que parece inmensamente buena, que siempre está feliz, quieren agradar a todo el mundo y parecen cachorros, pero ese es otro tema.
Los perros no eligen a quien enseñarle sus trucos, a quien invitar a jugar con su pelota una y otra vez, a quien moverle la cola. Quieren caer en gracia todo el tiempo, son como reinas de la primavera haciendo su famoso movimiento: Largo, largo, corto corto mientras sonríen y mueven la cabeza flotante como bicho de dos pesos que adornan algunos taxis que casualmente la mayoría son perros.
Es como esos amigos de tus amigos que se creen tus amigos.

Mi superyó aburre a mi Alterego

A callar! Le dice mi alter ego Simona, a mi pobre superyó que intenta una vez más explicarle al ello que no está bien acostarse en la primera cita con un fulano, o peor en un encuentro casual, y sumamente peor, llevarlos a la cama sin siquiera saber su nombre y apellido. Por lo menos al nuestro yo le pregunte el nombre, le dice el superyó a Simona que se ríe casi con destellos de cinismo y desesperación. "La fiesta es pésima, o me emborracho y mañana no me aguantás por la cruda o podemos pasar un domingo tranquilo después de un buen polvo" Dicho esto, Simona lo miró por sobre el hombro, caminó derecho hasta su boca y sin decir una sola palabra se lo llevó a un cuarto oscuro que había por ahí, y como permanecieron siempre de pié y no lo llevó a ninguna cama no vio la necesidad de preguntarle siquiera el nombre.

Mi lado cursi y que?

Las chicas fáciles también tenemos sentimientos, eso que ni qué!! Impaciente miraba el teléfono cada fracción de segundo. Apuraba mi último whisky pensando mi plan b. - Si me van a romper el corazón mejor no estar sola, decía mi mi superyo, mientras el ello aseguraba ir a donde estaría el galán y hacerle una escena?!
Simona, siempre tan confiada, le decía al ello que se calmara, que ya aparecería, que seguramente el vuelo se había retrasado, y que tan  guapa como estaba es noche tampoco dormiría sola! Solo es cuestión de confianza. Sonó el teléfono, salí corriendo, dejando el etiqueta sin terminar.
Pasaron unos días y me agarró la melancolía de las distancias, de los imposibles, de mis historias rotas, siempre sin terminar.

Un día muy Ely Guerra

Ely Guerra - Peligro

http://www.youtube.com/watch?v=nrLPvuKfMXs

Una Silvaneada

Tal es mi torpeza, que entre varios amigos, describir una catástrofe hecha por torpeza humana, fue denominado hacer una silvaneada. Caídas estrepitosas, golpes repentinos, derramar cualquier tipo de líquidos, sólidos, etc, son moneda común en mi vida. Hubo mejores y peores, más cómicos y más trágicos, aunque yo siempre me río de mi misma, es la única que me queda.

Deficiencia de atención selectiva

No creo tener TDAH, alguno de mis analistas lo hubiese descubierto, pero revisemos los supuestos síntomas:

  • Distraerse fácilmente y olvidarse las cosas con frecuencia
  • Cambiar rápidamente de una actividad a otra
  • Tener problemas para seguir instrucciones
  • Soñar despiertos/fantasear demasiado
  • Tener problemas para terminar cosas como la tarea y los quehaceres domésticos
  • Perder juguetes, libros, y útiles escolares con frecuencia
  • Estar muy inquietos y retorcerse mucho
  • Hablar sin parar e interrumpir a las personas
  • Corretear mucho
  • Tocar y jugar con todo lo que ven
  • Ser muy impacientes
  • Decir comentarios inadecuados
  • Tener problemas para controlar sus emociones
Creo que sacando el corretear mucho (que en mi infancia si lo hacía) o el perder las cosas, el resto de los síntomas los tengo todos.
Pero lo mío es totalmente selectivo, por eso, entre otras cosas no manejo.

Y si D10S encuentra a su MessiAS?

Que tanto le exigimos a Diego?
Acaso le pedimos que deje de ser tan auténtico y consecuente con sigo mismo?
Le pedimos esas palabras medidas y sensatas que no supimos escuchar de Pekerman con la estrategia y razocinio del Loco Bielsa!!

Clasificamos para Sudráfica y de lo único que se habló fue de "que la sigan chupando"
El Diego no va a cambiar señores, pero necesitaba estar ahí, necesitábamos tenerlo ahí, logrando provocar solo lo que él puede generar!!
Necesitamos creer que D10S no existe, y la historia del MessiAS tampoco? Pero, y si acaso las cosas salen?? Quien lo convencerá que en verdad no es Dios? Quien creerá que no es D10S!


No siempre se puede ser campeón del mundo, pero ese resultadismo eterno que tenemos los argentinos, es lo que me lleva a pensar que no lo merecemos, porque con nuestra 1era medalla de oro en en el bolsillo fuimos capaces de insultar a Bielsa en un empate en la cancha de River, justamente contra chile, y esos son los que hoy se llenan hablando maravillas del Loco. Y ahi todos salimos a pedir a Bianchi, quien no se animó a tomar la selección x q tenía poco tiempo para prepararla, según él, y x q en verdad se siente más cómodo de comentarista de Televisa. La historia que sigue todos la sabemos, pasó Pekerman, pasó el Coco...

Seis fechas de eliminatorias tenía Maradona, para ponerse en evidencia, demostrar una vez más que ser el mejor jugador del mundo, no implica ser el mejor técnico, y claro que no lo es, no sabe, lo hizo poco, y sin embargo todos lo pedimos!
"A la selección le falta orgullo", "peseteros" y comentarios similares hiciereon que Grondona lo desigara como DT, claro está, cerca de retirarse de la AFA, necesitaba acercarse un poco más al pueblo, si esta jugada le sale bien, podrá llevarse los laureles, pero si sale mal, señalará a todo un pueblo que coreó el Ole Ole Ole, Diego, Diego!!

Pero el problema es que somos un país con casi 40.000 millones de directores técnicos, donde nos nos ponemos de acuerdo en nada, donde la honestidad, el trabajo serio y el perfil bajo son campeonatos que ya perdimos hace rato!

Pero por favor, nunca dejemos de venerar la albiceleste, de emocionarnos cuando canten el himno y rezar, utilizar una y mil cábalas, de creer y recordar que el futbol es un juego hermoso que nos llevó a lo alto del mundo y que se vive con pasión.

Yo, como futbolera que soy, espero volver a enamorarme de la selección, poder ver magia entre esos 11 que alguien elegirá, juntarme con amigos, festejar y pasarla mal, vivirla con pasión.

Para salir campeón del mundo solo bastan 7 partidos, para honrar la camiseta, toda una vida!

Los dejo con el mejor gol de todos los tiempos, acompañado de un relato histórico e insuperable:
Ahí la tiene Maradona, lo marcan dos, pisa la pelota Maradona. Arranca por la derecha el genio del fútbol mundial. Puede tocar para Burruchaga... Siempre Maradona. ¡Genio, genio, genio! Ta, ta, ta, ta, ta ... ¡Gooooooool gooooooool! ¡Quiero llorar! ¡Dios santo, viva el fútbol, golaaaazo! ¡Diegoooool! ¡Maradona! Es para llorar, perdónenme, Maradona en recorrida memorable, en la jugada de todos los tiempos, barrilete cósmico, ¿de qué planeta viniste para dejar en el camino a tanto inglés, para que el país sea un puño apretado gritando por Argentina? Argentina 2 - Inglaterra 0. ¡Diegol, Diegol!, Diego Armando Maradona. Gracias, Dios. Por el fútbol, por Maradona, por estas lágrimas, por este Argentina 2 - Inglaterra 0.


Por que amo mentirle a los taxistas.

Cada vez que subís a un taxi en esta ciudad, que no son menos de 2 por día regularmente, el conductor trata de ser atento con una señorita tan bonita y sola y que no es de aquí y la mar en coche!!
Muchos preguntan si soy española, creo q se debe a mi mexicano esforzado cuando le doy los buenos días/tardes/noches y le pido cordialmente que me lleve a algún lugar.
Las preguntas irremediablemente empiezan por: 
- Pero... usted no es de aquí, verdad? 
- No, argentina
- Ahh argentiiiinaaa, che boluuudoooos
Y si bien me va me preguntan 
- Y a quien le va, al boca o al river? 
A veces me copo hablando de fútbol, para que no sigan preguntando. Por que puede ser peor como:
- Y hace cuanto llegó con su marido?
- No, vine sola, como hace 8 años.
- Pero tiene novio?
- No
- Y que hace?
- Trabajo en publicidad
- Sabía que era modelo, hay muchas de ustedes que viene a trabajar aqui, son muy guapas
Y siguesiguesigue
Ahi es cuando prefiero volver a hablar de futbol, del trafico o del clima.
Hay veces que Simona o mi Ello, prefieren limitarse a contestar con monosílabos, fingen hablar por cel o se ríen cuando dicen que soy uruguaya, china o española.