Que tenga buena tarde!

Mi ello quería golpearla! Había imaginado varias maneras de torturar a esa mujer ridícula que me decía desafiante que no se iba a disculpar por haberme pisado y empujado en el transporte público de turno. No es que suela usarlos mucho afortunadamente, pero por tiempo y distancia esta vez si convenía. Secretamente mi ello la torturaba y la humillaba mientras escuchaba sus reclamos de estar ocupando socialmente un rol supuestamente mas importante que el de ella y me reclamaba el por que no me había tomado un taxi. Me sentía más ridícula que ella en esta discusión, y pensé hasta matarla para que por fin se caye, pero mi yo se limitó a sonreír por que ya había llegado a mi destino final despidiéndome con un: Hasta luego, espero que tenga una excelente tarde!