Datos personales

Historias de sexoficción y otros tantos avatares de la vida psicótica y moderna. Empezá por las instrucciones si querés entender de que se trata ¡Sean todos bienvenidos!

Era sabido...

El amor apesta y las chicas fáciles también tenemos sentimientos, son como mis principios básicos desde mi más tierna adolescencia. Tan trágicos como ciertos, son preceptos que se siguen manteniendo en el tiempo.
El amor apesta hasta cuando tenés mariposas en la panza, por que para eso primero tenés larvas y gusanos, por ende, el amor apesta!!
Alguna vez todas nos hemos quedado mirando el teléfono a ver si suena, vestidas y/o alborotadas. Asi pasa. Solo sucede, por que vos pensás, que pensó, cuando dijiste lo que dijo, entonces...
No, los hombres no piensan, no hay un metamensaje ni en sus actos, ni en su lenguaje. No están pensando en lo que nosotras creemos que entienden cuando les decimos que...
Hasta cuando voy a creer que tenemos una remota chance? Que en realidad no se anima, que...
Y sin embargo los justificamos, tratamos de entender las cosas de otra manera, para ilusionarnos, para que no nos duela pensar  que simplemente no tienen ganas de nosotras.
Preferiría borrarlo de mi existencia antes de seguir fomentando una ilusión que ni siquiera a mi me ilusiona. Desaparecer el amor para que entendamos cuan necesario es sería una medida demasiado extrema. Era sabido, el amor que no logro definir, entender ni comprobar, apesta!

Entendiendo lo inexplicable

Pero te lo advierto, le dice mi superyó enérgicamente, me volvés a llamar una vez más así y corremos serios riesgos de enamorarnos otra vez.
Mi ello vuelve a sentir lo mismo que hace años atrás al momento del postergado abrazo. Inevitable, inoportuno. Una vez más nos ahogamos en miradas que de reojo, nos permite saber a que nos lleva.
Conocemos el final de un cuento que nunca termina.
Corremos sin prisa. Besamos sin tiempo. Hablándonos en silencio es cuando disfrutamos los escasos momentos que el tiempo y la distancia nos reponen por cobrar.
Siempre fue así.
Entendiendo lo inexplicable, sabiendo que nunca va a poder ser es, como sobrevivimos a la crueldad de no pertenecernos.