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Historias de sexoficción y otros tantos avatares de la vida psicótica y moderna. Empezá por las instrucciones si querés entender de que se trata ¡Sean todos bienvenidos!

Los perros: enemigos del psicoanálisis.

A la única que le pueden gustar los perros es a mi superyó. Mi ello ha pensado en torturar a varios cachorros y perros insoportables que ha conocido a lo largo de su vida pero nunca ha matado más que a un escarabajo (en realidad eran dos y estaban haciendo el amor, ponele!) El yo es racionalmente distante y Simona puede que alguna vez haya acariciado a alguno por que su dueño era guapo.
Lo cierto es que esa excitación que poseen los perros y mucho más los cachorros me desespera. Como también me desespera la gente que parece inmensamente buena, que siempre está feliz, quieren agradar a todo el mundo y parecen cachorros, pero ese es otro tema.
Los perros no eligen a quien enseñarle sus trucos, a quien invitar a jugar con su pelota una y otra vez, a quien moverle la cola. Quieren caer en gracia todo el tiempo, son como reinas de la primavera haciendo su famoso movimiento: Largo, largo, corto corto mientras sonríen y mueven la cabeza flotante como bicho de dos pesos que adornan algunos taxis que casualmente la mayoría son perros.
Es como esos amigos de tus amigos que se creen tus amigos.