Datos personales

Historias de sexoficción y otros tantos avatares de la vida psicótica y moderna. Empezá por las instrucciones si querés entender de que se trata ¡Sean todos bienvenidos!

Tiempo y distancia

Tiempo después me enteré que me fui dando portazos, maldiciendo a su puta madre y muerta de risa.
El tiempo y la distancia jugaron a las escondidas por un rato considerable y muchos años justificaban el podernos decir absolutamente cualquier cosa.
Ultima parada de la noche, últimos momentos de la gira y Simona, mi alterego, sale de su hotel. La risa le huele a sarcasmo, su mirada está perdida. No sabe exactamente que pasó minutos antes en la habitación. Tiene hasta pereza de recordarlo. Recuerda que mientras se vestía pidió un taxi. Cree que ya no acepta los códigos establecidos durante tanto tiempo, tiene claro que el mundo le pertenece. No quiso saber más.
Para que tener que romper con él, no era nada fácil y no había motivo para hacerlo. No había mucho tampoco por romper o terminarse, esa relación no se basa más que en tiempo y distancia.
Pero esa noche el alcohol no jugó de mi lado, y la acidez y sinceridad empezaron a brotar sin control. Mi ello no toleró tanta frialdad y creo que se le tiró encima mezcla de abrazo y torpe empujón, mientras mi superyó, solo intentaba aclarar algunas cosas y terminar con una relación que ya no aportaba nada y se había extendido demasiado. Si recuerdo que me abrazaste fuerte y me besaste el cuello una vez más.
Mi yo y mi ello se toman el taxi, satisfechas, por que de todas formas saben que volverás. Que siempre estarás para jugar un rato por que en el fondo nos queremos y permitiremos que el tiempo y la distancia vuelvan a hacer lo que quiera con nosotros.