Datos personales

Historias de sexoficción y otros tantos avatares de la vida psicótica y moderna. Empezá por las instrucciones si querés entender de que se trata ¡Sean todos bienvenidos!

Necesito irme a la playa o un almohadón humano

Odio la época de lluvias; me entristecen los días grises y hace más de 5 días no veo el sol. Hace frío y estamos en pleno verano. Necesito playa urgente, sentir la arena caliente a mis pies y el aire húmedo abrazando mi cuerpo...
El problema de no ser precavida me deja pensando si tendía que haber empezado una generosa búsqueda de amentes meses atrás, y tal vez ahora Simona estaría abrazada a algún almohadón gigante, mientras mi yo le cocina unos portobellos rellenos y mi ello se le insinúa. El boludo de turno diría mi mejor amigo.
Lo cierto es que no hay nada de eso. Ganas de salir a buscarlo tampoco. Y justo llama uno que ha pasado a categoría vista frecuente en medio de una tarde lluviosa y estresante. Hoy necesito mimos, dormir cucharita, que me digan cosas bonitas. Él no me lo puede dar, pero no estaría mal matar el ocio a porritos y cogidas. Pero no, mejor hoy no quiero, lo evito, se que se irá tan rápido como cuando logre terminar de vestirse y hoy no quiero eso. Lo peor del caso es que nos queremos y mucho; pero nunca nos vamos a animar a pensarnos más allá del punto en el que estamos por que en el fondo sabemos que es mejor así. El teléfono sigue sonando mientras me sirvo un whisky y miro la lluvia caer.