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Historias de sexoficción y otros tantos avatares de la vida psicótica y moderna. Empezá por las instrucciones si querés entender de que se trata ¡Sean todos bienvenidos!

Estúpidos pactos

Se me hizo muy difícil quedarme un rato más. 
Tal vez tenías razón y tendría que haber desaparecido como siempre en la inmensidad de la noche. Sin lágrimas ni despedidas. Así, como siempre lo hicimos, desdramatizando la incertidumbre del próximo encuentro. Un encuentro más en lo organizado de tus viajes que con frecuencia nos acercaban durante tanto tiempo 
Seguro ni siquiera traes un par de medias de más en tu valija. Sabes. Sabemos. Y sin embargo, no habrá próximo encuentro trasnochado. Lo nuestro queda en México, como si pudiese definirle a mi ello un territorio. Pero así fue siempre. Fue. Acá no somos. No existimos en este Buenos Aires que me devuelve otra realidad y ganas de verte, rompiendo con nuestro pacto. 
Te escribiría su pudiera burlarme de los acuerdos, pensar que algo pueda variar en tu vida y haya espacio para mi. Traiciona el subconsciente cuando pienso que más que tu plan de vuelo hubiese querido que volemos juntos. 
De todos modos me fui rápido, todavía con los ojos dormidos, con grandes anteojos negros que esconderían el poco maquillaje que quedaba de la noche anterior y tal vez una tímida y subversiva lágrima que no se animaría a salir.