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Historias de sexoficción y otros tantos avatares de la vida psicótica y moderna. Empezá por las instrucciones si querés entender de que se trata ¡Sean todos bienvenidos!

No logro entender todavía

Sigue pasando el tiempo y no logro entender todavía como te pienso y te repienso.
Sigo armando lo que pudo haber sido en la fragilidad de un recuerdo que ni el tiempo ni la distancia, logra opacar.
Mi superyó está convencida que eras el amor de mi vida supongo; no ayuda tampoco que mi ello extrañe tu piel y mi yo aun se siente lastimado. Mi alterego por supuesto te odia, esperando que la estés pasando pésimo.
Y sin embargo todavía me escapo a los recuerdos que siguen haciendo mal, creyendo que se aquietará la tempestad, y no; no pasa.
No dejo de extrañarte y no duele menos tanta ausencia.
No puede no importarte que todavía te piense. No es justo tanto silencio. Necesito verte, oirte, hablarte. Decirte que lloré una y otra vez perdida en olvidos que me hacen tanto mal.
Tené el valor de mirame bien, una vez más a los ojos y decime que no querés tenerme en tu vida ni de lejitos. Decime que ni un músculo intuitivamente tiene ganas de abrazarme, de secarme las lágrimas cuando te vea inmóvil y torpes, como siempre no sepamos que hacer...
Decime que nunca tuviste un recuerdo de nosotros que te hizo sonreir y solo por eso nos merecemos un gran abrazo. Aliviarme tanto silencio y estoicamente dejá que te escupa todo lo que no te pude decir, para terminar llorando y altamente posible que terminemos una vez más contándonos nuestros silencios debajo de las sábanas.

Un domingo gris que pasó...

Patrones que repito una y otra vez aun identificando la piedra a kilómetros de distancia. Sentimientos que dominan la razón.
Necesidad imperiosa de que me quieran y me protejan causa efecto contrario.
Tristezas que arrastro.
Buscando un símbolo de paz no llego a ningún lado.
Buscar afuera, sentirse vacía
No tener respuestas y no lograr escuchar al optimismo.
Neblina que avecina un invierno que no quiero pasar.
Domingo gris.

Mejor así.

Era fácil. No es necesario aclarar las cosas, ambos sabemos que esto tenía fecha de caducidad.
En una semana estarás a más de 10,000 km de distancia y no es momento para decirnos nada. Voy a intentar evitarme la despedida; nunca me gustaron.
Vas a volver con el que me echarás de menos, con el me hubiera gustado, hubieses querido y así. No quiero quedar muda de nuevo cuando digas que me querés...
Vos tan necio y yo con el si fácil tuvimos esa despedida innecesaria.
Mejor hubiera sido quedarnos con un mejor recuerdo y ganas de más. Hacer crecer a la distancia algo que tal vez tampoco hubiese sido, o mejor no y dejamos que nuestros ellos afloren para convencernos de que vos y yo no tenemos nada que compartir.